Día 14: de los 16 y los amores profundos, bitácora de los casi 30.

Hace dos años, un 16 de junio, perdí a uno de mis amores más profundos. Mi abuela Pata cerró sus ojitos para irse al cielo. Meses después entendí que lo que más duele de la muerte es la ausencia, podría decir que es obvio pero no, para mi no estuvo claro hasta que fui consciente de que después de ese día ya no lo volvería a ver y que lo único que me quedaba de ella eran los recuerdos y sus enseñanzas y que si un@ deja que eso se pierde, llega el olvido y ese duele más. Con mi abuela Lucha conocí y experimenté el amor incondicional, el amor profundo, ese amor que da sin esperar, te une en la complicidad, es fuerte y flexible, los griegos lo nombrarían como el amor ágape.
Tuve la fortuna de tener una abuela con la que pude tejer fuertes lazos de amor y amistad,fui  bendecida con una abuela consentidora que decidió dedicar sus tardes para cuidarme, recogerme de la escuela y compartir su comida, su casa y todo lo que ella tenía, de aprender a hacer figuritas de origami, de escucharla cantar "son tus perjumenes mujer, los que me sulibellan", de probar su delicioso caldo de habas con elotes, de verla crear hermosos arreglos florales  y sobre todo tuve la fortuna de ser su nieta consentida jijij. 
hoy mientras pensaba esta parte de mi nota entendí totalmente el concepto de criar, y creo que uno de los mejores regalos que me pudo dar la vida fue que dejara que mi abuela me criara, que me formara en el amor profundo. Hoy 16 la pienso y la extraño pero sé que me acompaña siempre como mi angelito de la guarda. 
Un 16 encontré un amor profundo, de esos que marcan, que hacen que florezcan todos los sentimientos que no sabías que existían dentro de ti, de esos que hacen que te pierdas por momentos, de esos amores que cuestionan, que te hacen sobre pasar los que pensabas eran tus límites, que dan mucha felicidad pero también mucha tristeza, de esos amores que te construyen y digo esto porque a partir de ellos te re-conoces, aprendes, creces, maduras, pruebas, reflexionas, decides, entras a lo más profundo de ti y te fortaleces. De esos amores que a pesar de que no duran toda la vida permanecen y aun en la ausencia y la distancia te acompañan. De esos amores que te enseñan el significado del presente y del instante, la sinceridad de una mirada y que a veces el silencio es la respuesta más sabia. De esos amores que te enseñan que el amor se construye después del enamoramiento, reconociendo y aceptando lo bueno y lo malo de ti y de él, donde reconoces que si y que no puedes aceptar, que te hace desear de manera sincera. De esos amores en los que colocas tus anhelos y dejas toda tu confianza, de esos amores en lo que te sientes completamente amada. De esos amores profundo pero contrariados. 
 

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