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Mostrando entradas de febrero, 2019

De los gorditos y otros disgutstos

Los 5 niveles q llevo recorridos del tercer piso han sido maravillosos pero debo de confesar algo, aunque los 30s son padrísimos también son crueles, hacen que  te caiga el 20 de que tu cuerpo ya sufre las consecuencias de las fiestas, el alcohol y los antojitos. Las  crudas duran un día completo y ni que decir de las desveladas, un fin de semana ya no es suficiente para recuperarte de un viernes de locura. A lo largo de los 30s entiendes por qué las patas de gallo se llaman así, aprecias una buena crema hidratante, una mascarilla y sobre todo aprendes que darte unos antojitos y que no ir al gimnasio Si tienen consecuencias. Este año yo creyendome la muy muy decidí que no me inscribiría al gimnasio por que después de entrenar para correr 21kms quería descansar un tiempo de la intensidad del ejercicio, e ingenua creí fielmente que una rutina sacada de  pinterest sería suficiente para mantenerme, pero noooo, desde hace unas semanas mi pijama preferida, la de short de Maradona, empezó a

1° de febrero

Hace un mes que tengo ojeras, he hecho de todo para que se me quiten, hasta compré una crema cicatricure,   ya dos veces me corté el cabello porque no me hallo conmigo, primero tuve copete de frente pero me sentí señora, ahora tengo copete de lado y me siento más yo.   Todos los días camino con Lorenzo, escucho audios con meditaciones,   fui a que me leyeran las cartas y el café, llevo tres sesiones de terapia, escribo un diario, rezo todos los días y esta semana puedo decir que me siento mejor, ya no siento esa sensación extraña en el pecho, hace más de una semana que ya no lloro, ahora más bien canto y bailo mientras hago mis pendientes de casa y sin embargo hay días que me sigo preguntando ¿qué pasó? ¿qué hice?  

see the signs

See the signs fue el primer mensaje que recibí de su parte, y yo que buscaba señales lo tomé literal.   Le gustaba la bici, la naturaleza, el mar, quería viajar por México y el mundo, tenía barba, era melómano, me hablaba bonito y me regaló flores. Con sus palabras logró regresarme la ilusión del amor, las ganas de compartir una casa y una vida, tuve ganas de dejar lo conocido y probar cosas nuevas, dejar mi barranca, mi ciudad de subidas y bajadas donde puedo ir a todos lados caminando. Sus abrazos me iluminaron los ojos y me c recieron la sonrisa, me llenaron el pecho de emoción y para mí todo mejoró, no podía esconder mi emoción. Hablé con muchos de su sonrisa, de sus mensajes, de mi alegría, me gané el ramo en una boda y lo bendije. Caminé mi ciudad de la mano con él y le mostré mis rincones favoritos, viajé kilómetros y descubrí las bellezas de un lago que había oído nombrar en las canciones de Tin Tan.   Confié, reí, dudé y lloré. Me cegué y no vi que lo bautizaron con el nomb