Bitácora de viaje, día 8

Hoy me tocó compartir el día con la hermana chiquita, desayunamos en el restaurante del museo de Cozumel y después nos fuimos a un club de playa llamado "Bucanos", no es el lugar más bonito del Universo, no tiene algo especial pero "la chiquita" tenía un pase de descuento así que lo aprovechamos. llegamos y elegimos una palapita con dos camastros para acostarnos, ella en la sombra, yo en el sol. Pedimos una cervecita y nos pusimos al día con los chismes, también hablamos del huracán que aqueja su hogar... 
Leí un poco, muy poco, en este viaje el ritual de lectura cambió pues casi no he leído como en otras ocasiones que deboro libros frente al mar, creo que cada viaje debe tener su toque, este no se caracterizó por la lectura, en los tiempos de espera en el aeropuerto y todo eso podré ponerme al corriente. como dicen "hay más tiempo que vida", así que no me angustio.
Después de una rato llegó Luis, el Novio de la Chiquita, y estuvimos platicando, comiendo y tomando cervezcos, aunque el clima andaba medio nublado hacia calor, así que yo decidí meterme al mar porque sabía que tal vez era mi último chance de remojarme en el agua salada y de despedirme del mar, así que me eche mi chapuzón y me encontré con una maravillosa sorpresa que el Caribe me regaló como despedida, un arco iris. Tenía años que no veía uno, éste fue creciendo poco a poco, duro un buen rato, tanto que nos dio chance tomar fotos, muchas fotos. A esa hora todos los turistas se habían ido, así que fue un regalo casi exclusivo que me llena el corazón y todo mi ser de buenos augurios.
Después fuimos a tomar unos tragos coquetos al centro, corrimos a bañarnos para ir al cine,vimos la ladrona de libros, me gustó! Y los 4 fuimos a cenar, podríamos decir que fue nuestra cena de despedida pues ya mañana me regreso a mi hogar de la vida real, pero he de decir que este ha sido un viaje maravilloso!!!! 





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