Bitácora de viaje... Día 2

Mi día empezó con un fresco y delicioso desayuno preparado por Rosalía, mi anfitriona, platicamos un poco y después entre bocado y bocado yo me dediqué a escribir mi bitácora del día uno, una disculpa por los errores de dedo y lo mal escrita, ya en Cuernavaca le daré su manita de gato a estos testigos, mientras no nos fijemos en eso, sólo disfrutemos los detalles. 
Terminando de desayunar preparé mis cosas para salir a pasear, mi sweater, porque estaba nublado, mi agua, mi libreta de notas y mi cámara. Caminé hacia el centro y paré en cada lugar que se me antojó: la plaza de san Juan, en una banqueta donde hay una toma de agua para bomberos, en el convento de las monjas... Llegue a la "Plaza Grande" y siguiendo los sabios consejos de mi papito entré al palacio de Gobierno para ver los murales que narran la historia del origen y lucha de los mayas. El que más me gustó y puso la piel chinita fue uno que cuenta que los mayas fueron hechos del maíz...el Palacio de gobierno es súper bonito, pintado de verde con unas puertas de madera hermosas. 
De ahí decidí subirme al turibus para visitar la parte más lejana de la ciudad, o más bien que es complicada recorrerla caminando. Esperé frente a la catedral y nada de nada, así que me fui a conocer la catedral, es enorme y muy sencilla, no tiene retablos súper adornados ni nada así. Cuenta la leyenda que la catedral se construyó con las piedras del templo/pirámide principal de la ciudad Th'o. Y dicen que el Cristo de la Unidad, patrono de ese recinto, es el más grande bajo techo en toda América Latina. 
Como el turibus no llegaba me fui a visitar Casa Montejo, un museo que fue casa del Sr.Montejo, una casa súper linda y Lujosa, que está decorada con muebles, libros, accesorios y lámparas de aquella época, este bonito museo lo auspicio el fondo banamex, viendo esto me dan más ganas que financié mi fondo ambiental Jijiji.
Después de mucho esperar llegó el turibus y me trepé, elegí mi lugar y esperé y esperé hasta que todos los turistas como yo se decidieran a subir. Una vez iniciado el paseo preparé mi cámara y mis oídos para escuchar todos los datos y narraciones de los lugares importantes. Yo estaba impaciente por llegar al Paseo Montejo, quería ver las majestuosas casas y jardines que contaban ahí vería y si, hay unas casas hermosas, y me imagino que en la época en que se construyeron y que fue el auge Henequenero ese paseo era maravilloso y deslumbrante, sin embargo he de confesar que hay muchas muchas casas abandonadas, en venta y lo único que se me viene a la cabeza es ¿cómo lograr mantener y rescatar estos espacios? ¿ qué hacer para vivir del recuerdo pero sin que se decoloren o que esos recuerdos se transformen en ruinas? Y lo pienso porque lo mismo pasa en Cuernavaca. 
Paseo Montejo me gustó, me impresionaron sus hermosas y conservadas mansiones pero me gustaron más las abandonas porque ellas cuentan la realidad de la ciudad, pues no ese abandono es un común denominador de la ciudad, aún así Mérida me sigue encantando.
Algo que aprendí ayer y no me encanta es por qué la bautizaron como "La Ciudad Blanca" y les voy a contar. La ciudad tiene varias entradas que están enmarcadas con unos arcos, éstas eran vigiladas por soldados pues tenían la misión de no dejar entrar a la ciudad a Crioll@s,Mestiz@s e Indígenas, los conquistadores querían una ciudad de puros blanc@s y por eso se llama la Capital Blanca, que feo no? Así que desde ahora sólo le diré Mérida. 
En el turibus conocí algunas leyendas mayas y se las contaría pero no logré aprenderme los nombres de l@s protagonistas, si pensaban que las palabras del nahuatl y de las etnias del centro del país eran difíciles, el maya se los lleva de calle pero que bonito suena, su tonito con acentos es lindo maa re!
Llegó la hora de la comida y me encontré con Angélica Duendecillo y Lalo, amigos del df que ahora viven aquí, comimos en el café Peón en una bonita terraza junto al Parque dedicado a la maternidad. Ahí se me hizo comer mi tan ansiada sopa de Lima y me supo a gloria y por qué no unos tacos de cochinita. De ahí fuimos a un bazar de diseñadores independientes, yo tenía como misión encontrar a unas chicas que hacen bolsas, carteras e hipiles con diseños más modernos y lo más padre es que para hacerlo trabajan de la mano con artesanas mayas que bordan los hipiles, o las telas que después utilizan para las coquetas carteras y todos los accesorios hermosos. Cumplí mi misión, las encontré y pues me compré una cartera y quería un Hipil, pero ahí no tenían así que nos mandaron a una tienda encantadora que se llama "color amor" y ahí encontré mi Hipil con bordados blancos y muchas cositas más, luego les pasaré el contacto de fb, pues las dueñas de este lugar promueven la artesanía de diseñador@s mexicanos y lo mejor es que a precios muy justos. 
Después de las maravillosas compras en compañía de Duendecillo, nos fuimos a tomar una cervecita con Lalo! lo bueno de andar con gente que vive aquí es que conocen lo lugares inn. Me llevaron a una "cantina" que se llama "La negrita", la pasamos muy muy  agusto, ahí llegaron otros amigos que después nos llevaron al Mayan Pub, un lugar donde tocan reggae, ahí tomé mi última cervecita de la noche y después a dormir.




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