Bitácora de viaje... Día 1

Ayer, 23 de enero, iniciaron mis vacaciones y con ellas un viaje al sur del país. Mi viaje no empezó en el avión, inició horas antes es una bonita y significativa reunión en cidhal. El motivo, darnos a conocer y obsequiarnos la agenda/diario 2014 que tiene como tema principal "Reconociendo los liderazgos Políticos de las mujeres indígenas", la agenda se compone de fotos hermosas y frases que nos invitan a reflexionar sobre nuestra realidad y de nuestro caminar, tanto fotos como frases surgieron de la voz y disposición de las mujeres indígenas que participaron en un encuentro el año pasado. Este  encuentro me ayudó a liberarme de todo el mood trabajo/estrés, dejé la "calle en la calle" y me llené de energía para emprender mi viaje.
El camino hacia el aeropuerto fue un poco estresante pues iba corta de tiempo y había mucho tráfico pero logré llegar a tiempo al aeropuerto y subirme al avión para llegar a "La Blanca Mérida". A las 7 de la noche pise tierras Yucatecas, llegué a mi colorido Hotel "Casa Chalia", un espacio chiquito lleno de vida del cual le contaré otro día. Una vez instalada tomé mi mapa, mi camarita y mi salí a dar la vuelta por el centro. Caminé y caminé, me encontré rinconcitos hermosos, los ojos se me iluminaron con tanto Hipil bordado y como algun@s saben, la ropa/moda me encanta y creo que tengo buen ojo para encontrar buenas piezas, así que ya cometí mi primer pecado diría la Lilo, entré a una tienda y encontré una blusa estilo guayabera Her mo Sa, así que no me resistí y la compré. Por el teatro Olimpo encontré un restaurante donde cené unos salbutes, se me olvida que por estos rumbos les encanta preparar todo con pollo rostizado Jijiji,  y me tomé una deliciosa cerveza artesanal que se llama "La Ceiba", ojalá pudiera llevarme unas cuantas, escuché Un concierto de Jazz y cuando me cayó el cansancio decidí regresar a mi hotel pero que me pierdo y caminé unos minutos de más, pero al final lo logré. 
Este viaje me emociona, pues es la primera vez que viajo sola, conmigo nada más. Confieso que me asusta un poco esto de pasarla solita unos días pero mi emoción por recorrer Mérida, caminar y/o andar en bici por El Paseo Montejo, comer sopa de Lima, unos tacos de cochinita, tomar fotos y más fotos, leer y escribir sobre este viaje le puede ganar a ese temor.


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