El anillo de compromiso

No me recuerdo pensando en el día de mi boda, en el diseño de mi vestido o esas cosas que dicen que nos emocionan e ilusionan a las mujeres, casarme y tener una boda  no es algo que me ilusione, sin embargo hay otro rito que sí me emociona, ilusiona y sueño con el día en que suceda. El día que alguien me de un anillo de compromiso,  para mi ese acto es mucho más simbólico y ahí les va el por qué.

Cuenta la tradición que en la antigüedad los hombres regalaban a sus enamoradas una pieza de hierro en forma de aro y la mujer la conservaba hasta que se cumplía la promesa del matrimonio. Poco a poco este aro se fue transformando hasta que llegó al anillo de compromiso que conocemos ahora, un aro con una piedra de diamante, la historia cuenta que el primer hombre que dio un anillo con diamante fue Maximiliano de Austria y se lo dio a María de Burgundy. 

El diamante tiene un significado especial,  su nombre viene  de la palabra griega adámas, que significa indestructible, indomable por lo que se le ha dado el símbolo de fortaleza y deseo de amor eterno. Si nos clavamos más, podríamos decir que el diamante que lleva el anillo simboliza el esfuerzo, dedicación y cuidado de un  joyero para pulir y crear esta piedra preciosa, y poniéndome metafórica este diamante puede simbolizar el mismo proceso que se vive en el amor. Si uno no pule y talla con precaución, cuidado, amor o da un mal golpe, esta piedra, al igual que el amor, puede brillar y/o romperse en mil pedazos, por más fuerte e indestructible que sea.

Y para sacarles un suspiro más, el anillo de compromiso se usa en el dedo anular porque dicen que en ese dedo hay una vena que se llama amoris que va directamente al corazón... Está bonito no?

Yo seguiré esperando a ese valiente que se anime a comprometerse conmigo.

para mí, éste sería el anillo perfecto!