La tarea... f/5.6

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Ella salió del baño en camiseta y calzones, luciendo sus piernas desnudas marcadas por el sol y la bicicleta. Él la esperaba sentado en la cama, listo para disparar su cámara y capturar esa sonrisa coqueta que la caracterizaba. Se levantó, la abrazó y le susurró te rayaste chaparrita, ella atacada de la risa le respondió – nos rayamos mi rey, porque no me digas que no me traías ganas desde hace tiempo-.

Se habían visto por primera vez hacía unos seis años en una sala llena de gente, ella con cara de fuchi esperaba que llegara su jefa, él entró con su cámara y actitud de nadie me merece, a ella le llamó la atención el tatuaje de obturador que él llevaba en el codo, pensó – que sexy y apasionado- uno se tatúa sólo lo que le significa y en este caso quedaba claro que la fotografía significaba mucho.Se miraron y nada más.  Durante años intercambiaron miradas y sonrisas, una noche se toparon en el bar de moda, él se llenó de valor y la sacó a bailar,  hablaron lo que duró la canción, ella salió corriendo cual cenicienta pero sin perder el zapato, él no tuvo pretexto para salir corriendo por ella o buscarla por todo el reino de la eterna primavera, se perdieron de vista, dejaron de cruzar las miradas y las sonrisas.

Una mañana ella despertó y lo primero que vio en su Messenger fue un mensaje que decía: "Hey" quería saber cómo estabas, hace tiempo que no nos cruzamos y la verdad me gustaría invitarte a tomar algo. Me pareces una mujer súper interesante y nunca he podido juntar el valor para decirte algo. Ahora, así de simple, lo hago. ¿Te gustaría que nos conozcamos un poco?

Ella sonrió mientras leía el mensaje,  stalkeó sus fotos y recordó que era muy guapo, pensó --Si me lo daba- y muy segura escribió: Hola  si me gustaría que nos conozcamos un poco, me late tu idea de salir a tomar algo.  

Durante días intercambiaron preguntas y repuestas, él le habló de Miller y ella de las mujeres que escriben, él le mandó canciones que expresaban sus ganas de encontrarlas pero no pasó, ninguno daba el paso para verse frente a frente, las preguntas cesaron y se dio paso al silencio. Ella empezó a ponerse triste y se dijo – a veces pienso que estoy loca, veo señales donde no las hay, siento que hago algo mal y desaparecen, será que futureo de más-

Transcurrieron los días sin novedad, un viernes de verano y fiesta sus miradas y sonrisas se volvieron a cruzar, él caminó hacia ella, la tomó del brazo y la pegó a su cuerpo, la miró fijamente y le dijo de esta no te salvas chaparrita…