Apuntes para entrar a los 40, ser tía
Una de las dichas más grande de los 30 fue convertirme en tía. Valentina llegó a este mundo con prisa el 3 de noviembre de 2019 y desde ese día mi vida cambió porque ahora mucho de lo que hago, incluyendo estos apuntes, es pensando en todo lo que quiero compartirle y platicarle a lo largo de los años que nos toque convivir. Ser tía de Valentina me ha enseñado que hay algo, inexplicable, que provoca que una personita sin conocerte al 100 te ame y confíe plenamente en ti y que eso es hermoso, pero a la vez da miedo porque una debe andar con cuidado en cada paso que da para no dañar ni el amor ni la confianza. Anhelo con todo mi corazón que Valentina sepa que aparte de su mamá y su papá yo soy un refugio seguro en donde puede ser ella misma y decir todo. La compañía de la Titi me hace más transparente y genuina, no me importa hacer lo que sea para hacerla feliz, con ella no hay vergüenza y el qué dirán deja de estar presente. Por y con ella puedo bailar, cantar, hacer sho...