El jueves era el último día de clases, durante el fin de semana estuvo planeando qué se pondría para ese gran día. Buscó una camisa clara y unos jeans que remarcaran lo mejor de él. Para ese jueves había planeado la mejor cita de su vida, estaba dispuesto a todo: invitarle un té, pedirle su teléfono y si era posible tocar su mano o algo más. Porfin llegó el día tan esperado, él se levantó de muy buen humor, se arregló, se puso su mejor perfume y salió a trabajar. LLegó la tarde y la hora de la última clase. Cuando llegó sólo encontró a una chica y al profesor, pasaron 5, 10, 30 minutos y nadie más se unió al fin de clase. Su corazón empezó a latir rápido por la desesperación, pensó que tal vez llegaría más tarde, así pasaron las 3 horas de clase y ella nunca llegó. Frustrado y decepcionado salió de la escuela rumbo al café donde alguna vez se encontraron, pensó que tal vez ahí la encontraría. Triste desilusión, no encontró a nadie. Caminó a casa vestido y alborotado imaginando cómo hub...